
Esta es una foto de mi espalda, la palabra «ligereza» tatuada como un símbolo. El peso se lleva en las espaldas, pero es allí donde quiero andar ligera.
Mis tatuajes no surgieron de una motivación estética, nunca he pensado en la tinta penetrando mi piel para la eternidad como un elemento decorativo. Para mí, los tatuajes son una invocación permanente, un llamado urgente, una forma de recordarme dónde están los puntos que me equilibran mientras dura este cortísimo vuelo que es la vida.
Será que lo que pesa nos ancla, que ya bastante ligero será el filo al que habrá de arrimarnos la vida cuando llegue la hora de partir, sin equipaje.
Viajar ligero no solo es llevar poco peso, es también la manera en que digerimos las cosas. Puedes tener un solo pantalón, pero si te obsesionas porque se manchó, ya le has añadido demasiado peso: ligereza es caminar desnuda mientras lo lavas y lo secas. Ligereza es comprender que a veces se llega tarde, incluso que no se llega, y que no hay cálculos, que nada nunca sale como se planifica. Que el control es una ilusión.
Ligereza. Más que una palabra, es una vibración, una esencia, algo que flota, un elemento ingrávido. Un tatuaje, finalmente, dura tan poco como la vida humana. Por eso, vayamos ligeros que estamos de paso, y es la única manera de volar un poco más alto. De elevarnos por encima de lo amargo.
Hay una frase de Buda: “Al final de tu vida solo tres cosas importan: lo mucho que amaste, lo bondadoso que fuiste y la facilidad con que dejaste ir lo que no era para ti”.
Nada más desgastante que aferrarse a lo que vuela en dirección contraria, que intentar encajar objetos que no amalgaman, que pedirle a alguien que te escuche, que te entienda, que deje de mirar a otro lugar.
Son las manos que sueltan, es la mente que respira, el aire que entra a oxigenar el cuerpo y expulsar metales pesados. La ligereza es la sonrisa que naturalmente aflora (y no cuesta nada) cuando te sientes un poco más libre; es la flor que se abre sin pensar quién la mira, es un bailecito torpe con el que tintineas por dentro; es seguir tu camino, incierto, entregada al misterio, fluida, desprolija, y con gracia.
Que maravilla… a veces nos olvidamos de tanto y de tan poco y leemos algo como esto que nos recuerda todo… gracias x eso!!
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