Conocimos el home school, las computadoras se convirtieron en salones de clase y recordamos que 8 horas sentados en una silla (eso tiene que hacerle daño a un poto, espalda, cuello) sin ver el sol, es inhumano, más para un niño o niña, peor aun si la casa anda de cabeza, ahora que nadie sale, más pequeña que nunca, tratando de estirarse. Donde todo se detiene y sin embargo nadie tiene tiempo para nadie.
8 horas delante de una compu, que te seca el ojo, que te altera los ritmos circadianos. 8 horas de estar con gente sin estar con ella. 8, de restarle dimensión a la realidad, a los sentidos.
¿Excelencia académica? ¿Currícula? ¿Son palabras adecuadas en tiempos de covid? ¿Qué es lo pedagógico ahora?
Que te dé el sol. La flexibilidad. Aceptar que la vida no se sostiene de currículas y que a veces es un caos. ¿Notas? ¿Normalizar que la mamá sea la tutora full time?
Nada escrito en el curriculum es tan urgente de aprender como para estresarse y estresar a los niños; ni para obsesionarse por cumplir metas y plazos. El modo ultra detallado en que se planifican contenidos, día a día, simplemente no aplica para los tiempos excepcionales que vivimos. Los adultos y tutores debemos transmitir confianza y paz a los niños y jóvenes, no histeria.
La pandemia me agarró en medio de crear la música para una película. Uno de los sueños más grandes de mi vida. He tenido que tocar mis instrumentos y cantar con una preadolescente necesitada de mi guía y una pequeña de dos años hiperactiva y recién destetada. He creado melodías mientras trapeaba el piso de la cocina, mientras metía ropa a la secadora.
Estoy feliz con el resultado de la música. Pero sueño con algún día, tener el valor de publicar el lado b de ese soundtrack, donde “SI VUELVO A ESCUCHAR LA PALABRA MAMÁ ME TIRO POR LA VENTANA”, es lo más dulce que grité a mi micrófono, donde los llantos de bebe me hicieron el coro y la aspiradora que pasaba mi marido, el bajo.
Y eso que tengo un marido que pasa aspiradoras y se divide el trabajo doméstico al 50%. Quien, al igual que yo, ha dejado de rendir como acostumbraba en el trabajo. Otras mujeres no tienen la misma suerte. Lo muestran las estadísticas: 3 de cada 4 personas dadas de baja laboral son mujeres. Nada nuevo. Pero ese es otro tema…Coming Soon 🙂
